06 octubre 2014

Champú que quita la caspa

El único que ha sido capaz de quitarme mi grave problema con la caspa-dermatitis-costrollismo es el champú Purificante de Davines.

 Y no es por decir.
Desde hace mucho tiempo sufro, porque es sufrir, este problema.

Es más que un problema estético, que lo es.
Es un problema de picores, tirantez y mal estar. Costrollismo agudo es lo que vengo sufriendo desde hace años.
He probado a rociarme con mascarillas hidrantes el cuero cabelludo. Nada. Champús de farmacia, de dermatólogo, que me dejaban el cuero cabelludo tirante, y al final con los costrollos, nada.

Cada vez que me lavaba el pelo era un dolor terrible, porque pica, duele, escuece. Todo junto.
En uno de mis pedidos a Olivia venía una muestra (¡que vivan las muestras!). Como todas las muestras de Olivia tardé en usarla...ayy que se me gasta! Pero un día la usé y me maravilló.


En su etiqueta dice:
Champú de tratamiento especial para cabellos y cueros cabelludos con caspa seca o grasa. Tratamiento intensivo: dos veces unos durante una semana durante un máximo de 3 semanas. Tratamiento de mantenimiento: una vez a la semana de durante 6 semanas. El tratamiento de mantenimiento se puede interrumpir antes de las 6 semanas si el problema se ha resuelto. Con fitocéuticos de diente de león y selenio.
Bueno, pues todo verdad. Solucionado.

En uno de mis viajes a Segovia pasé por la tienda de Olivia, directa a por el champú.
Además de maravillarme con todo, que ya no os lo voy a contar más, me dejé cautivar por otra de las etiquetas, ésta decía:

Con arándano, especial para las cabezas más sensibles. Adiós a los picores, a los champús agresivos y a todos los efectos secundarios que sufrimos por usar un champú lleno de químicos malos.
Pensé que me iría mejor. Era el champú calmante de Davines.
Pero no. no era para mi. Me ha ido bien para lo que es el propio pelo, pero para mi mal, nada como el Purificante divino, maravilloso y efectivo.

En mi cumpleaños, así para empezar el nuevo año renovada, una muy buena amiga, que sabiendo qué necesito de verdad, me envió un paquete de Olivia que me emocionó de más.

Todo me venía bien. Todo me encantó. Entre las maravillas; unos pendientines divinisimos, ¡qué buen gu´to!, una siempre ideal vela de Olivia (la única que pongo en la mesilla de noche para no intoxicarme con producto químico chungo), un bálsamo para cutículas muy necesario para que no me pellizque y consiga tener manos dignas de 14F y un cacao maravillao de Hurraw, con aroma Chai, te chai ¡pero qué pasada es ésta!, todo esto y, a mayores, el Champú Purificante de Davines que está poniendo fin a mis costrollos.
Después del champú, utilizo esta sustancia a modo de mascarilla.

Estoy muy contenta porque no me tira el cuero cabelludo, no tengo que andar peinándome para tapar los costrollos y no me pica ni me escuece.
¡Viva el Champú Purificante de Davines! ¡Muerte al costrolllismo! ¡Viva Olivia Soaps!

Esto no es un post patrocinado. Es un post fruto del gustosísimo placer que da usar productos gustosos.

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