Ay! amiga! o Post de cuando la despedida de soltera es la tuya...

Una despedida de soltera es, por definición, una cosa muy hortera, una guardilada en toda regla que diría una buena provinciana. Una mamarrachada, vaya. 

Pero chica, si hay que hacerla, se hace.  

Se han dado casos de novias muy finas y consideradas que le han dicho a sus amigas: nooo, yo no, a mi no hace falta que me hagáis nada… Pero, madre, qué rebote luego cuando la fina descubre que no le han hecho fiesta. Se han dado hasta casos en que la novia se ha preparado su propia despedida temiendo quedarse sin fiesta, no te digo más. Hubo una a la que le dijeron que le hacían despedida sí, pero ya si eso después de la boda… el morro le llegaba a Cuenca, oiga, a Cuenca. 

Así  que sí, diga lo que diga la novia, hay que hacerla y se hace. Ya está, y es YA. 

Si eres tu quién está organizando, te puedes liar lo que quieras: sky en Aspen (que me aspen), pinchos por el barrio de origen, tratamiento adelgazante en la clínica a la que era asidua Carmen Sevilla, una cena desternillante con dragqueens de todo a cien, capea regada en sangría, Karaoke hasta el amanecer, compras por la milla de oro, cena espactáculo… O ser minimal e ir a lo esencial.  

En cualquier caso, sea lo que sea lo que andas tramando, no te olvides de la agasajada: algo de su gusto, algún susto, y amor, mucho amor. Que no solo de maridos vive una provinciana, eso es así, amshaí, tiki tiki ti. Las amigas lo pasan pipa con los preparativos, aunque eh, igual también se tiran de los pelos, pero mira, así somos y así nos queremos. Es lo que tiene mezclar pandillas, fusionar realidades y vidas pasadas que parecieran pertenecen a una multitud y no a una sola persona. Es un pequeño adelanto de lo que será la boda, pero circunscrito a lo femenino, con toda su tela (la tela de cortar trajes). 

Y si la agasajada eres tú, relájate y déjate hacer. Alguna putada te caerá, seguro, pero ¿acaso no montaste guardia en el acueducto en tus tiempos de novata sin protestar? Esta vez la ocasión lo merece, así que si te tienes que aderezar la solapa o el moño con falos de los chinos, que sea sin rechistar, tú, a mandar. 

Prepárate para lo mejor y para lo peor:  

Quítate el bigote, lleva ropa de abrigo y muchas capas, por si te llevan a jugar un streap poker o a escalar. Mete un bañador que, total, no ocupa nada y las fiestas de la espuma son muy traicioneras. Ropa cómoda, por si la ruta del Cares en pleno mes de enero; y algo para ir mona, por si una cena de gala en el rascacielos más chic de la ciudad. Y que te quepa todo en la maleta más pequeña que tengas, por si te abandonan en una gasolinera y te hacen ir andando hasta el lugar de la celebración, o te montan en una limusina de esas que tienen el maletero extremadamente pequeño. No te olvides del carné de identidad, almax y un blíster de ibuprofenos. Dile a tu jefa que no te ponga tareas dificultosas el lunes y… solo te queda esperar y seguir con tus líos preboda, que bastante tienes con lo tuyo hija, y no es por ponerte nevosia, pero jaaaaa, no te queda ná. 

Hasta aquí podemos leer amiga. 

Y, si necesitas más pistas, aquí algunos testimonios del comité organizador: 

“Aquí nadie caga flores, fiesta de Mario y Juskapremedílematán” Hab. 210 

“No llores, coño” Lucio B. 

"Están revenidas, ¿quieres?" R.

"Algo reservado solo para galácticas" Rara avis del Norte

"De aqui a las estrellas" Animadora sindical del grupo de timba y degustación popular Prieto Picudo

"Que no te de por morder las uñas ahora. Ahora no ¿eh? Ahora no que te unto en Eit agüers" Compañera de seven ups&gin y pellizcos en brazos.

"Oiga, que somos del barrio" E.R.

"Amsahíiii" C. 

"Saint Jacob is with me!!" Andarina y degustadora de cañas en tabernas cañí 
 

“Bien por la chica bien, bien, bien, bien, bien” Emilio Aragón