21 septiembre 2015

Pelos de punta

Se me ponen los pelos de punta, desde hace muchos años.
Que ya son unos cuantos de años.

Sube un cosquilleo desde la altura de las rodillas, subiendo por los muslos, me anestesia los esfínteres, me palpita la barriga, se acelera el corazón, los brazos me dan frío y me pongo roja.
17, 26, 31, 33...
38 millones veces la puedo escuchar. 

De estas cosas que, no sabes porqué, no dejan de gustarte nunca. A veces las has evitado para no jartarte, lo guardas ahí, lo dejas estar, que esté para otros, que se exalten, déjalos.
Con el gustillo que da saber que yo lo descubrí antes, cuando no estaba tan sobado.

Sabes que cuando lo vuelvas a tener delante lo cogerás con muchas más ganas.
Por eso no viene mal distanciarse un tiempo, por muy largo que sea. Cuando las cosas se hacen meinstrim dejan de dar tanto gusto, pero cuando pasa el tiempo ya solo quedan los buenos, los que te quieren bien bien. Los que se hacen mainstream están muy soba´os ya.


Esto no es asunto de coger manía, ni de coger sin ganas.

No sabes porqué pero intuyes que nunca va a dejar de gustarte.
Y a ti...¿se te ponen o no se te ponen los pelos de punta?
¡Por muchos más años!
De estas risas.
Sonrisa modo Cuétara flakes, ver su sonrisa de conquistador


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